21 de octubre de 2011

El padre de los niños dio cuatro versiones distintas a la Policía

Se le detuvo por temor a que se suicidara; en el rastreo, ajeno, no paró de pedir comida.


El juez de guardia de Córdoba decidió anoche prorrogar la detención de José Bretón, el padre de los dos niños desaparecidos en Córdoba, hasta hoy por la mañana. El detenido se negó a declarar ante este magistrado y hoy será puesto a disposición del titular del número 4 de Instrucción, que lleva el caso. A mediodía cesó el rastreo con geo-radar en la finca familiar de «Las Quemadillas» en la que ya se da por seguro que no están los pequeños Ruth y José. No obstante, la Policía sigue convencida de que el padre es el autor de la muerte de los niños y continúa buscándolos, de nuevo con perros especializados, en los alrededores y en otras zonas no muy distantes, debido a la posición de su teléfono marcada por los repetidores y al tiempo del que dispuso desde que los recogió en la casa de los abuelos.

Los investigadores, con el acuerdo del juez, decidieron detener al sospechoso el martes ante el temor de que se quitara la vida, según ha podido saber ABC, después de que le pusieran sobre la mesa las contradicciones en sus declaraciones —hasta cuatro versiones del momento de la desaparición— y le reconstruyeran la secuencia de horas y rutas marcada por los teléfonos, además de la grabación de una cámara de seguridad cercana al parque. Pensaban que la presión y la intensa búsqueda con él delante le harían reflexionar, pero no ha sido así. Ni en las más de diez horas que le estuvieron interrogando como arrestado ni durante todo el miércoles que pasó en la parcela se inmutó.
El padre de los niños dio cuatro versiones distintas a la Policía


Su frialdad, evidenciada desde el minuto uno, se hizo más patente que nunca. Pidió que le trajeran comida en varias ocasiones, en una de ellas expresamente pizza; y preguntó con insistencia que cuándo se marchaban porque quería ver el partido de fútbol. Quienes se encontraban a su lado no daban crédito. «Permanece ajeno a lo que está ocurriendo a su alrededor», señalan las fuentes consultadas. Se da por seguro que sufre algún trastorno de la personalidad de tipo bipolar, de ahí el temor a que pasados los días se viniera abajo. Los investigadores no piensan darse por vencidos, pese a reconocer el desánimo que ha cundido en las últimas horas.
Bretón les ha contado hasta cuatro versiones distintas sobre la desaparición de Ruth y José el día 8, todas en torno al parque Ruiz Calero, donde los agentes tienen claro que nunca estuvieron los niños. Dijo que se había sentado en un banco y los había perdido de vista; que los dejó bajar del coche mientras él aparcaba y que como eran muy juguetones y corrían mucho, lo dejaron atrás y desaparecieron. Cuando se le explicó que había una grabación de una cámara en la que él está solo, calló.
Los posicionamientos de su móvil indican que estuvo en la finca de «Las Quemadillas» o en sus alrededores (las antenas marcan una zona amplia) por la mañana, en torno a las doce, y que volvió a estar ahí por la tarde, cuando él aseguraba permanecer con sus hijos en el parque. La hora en la que recogió a los críos en la casa de los abuelos paternos, al mediodía, no se pone en duda. Se baraja en cambio que Bretón hubiera premeditado y preparado la desaparición y muerte de los críos.
Pero Ruth y José no están en esa parcela. Pese a que quedan algunos análisis de los datos recogidos por el geo-radar, la señal que habría marcado unos cuerpos enterrados hace tan poco tiempo no ha aparecido.

Un «santuario» para los críos



Fuente: abc.es


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