21 de agosto de 2011

La Guardia Civil sospecha que se trata de un «crimen por compasión»



El Padre Ángel García trató ayer de encontrar un sentido a la locura que se ha llevado por delante la vida de tres criaturas indefensas (tenían que utilizar sillas de ruedas y tenía su movilidad reducida entre un 80 y un 90 por ciento), una de las cuales, la de menor edad, iba a ser adoptada en breve por una antigua cuidadora. Con este dato, el sacerdote quiso ilustrar el apego que estas monitoras llegan a sentir por los pequeños de los que se hacen cargo y con los que comparten tantas horas. 
Quizás en esta relación de dependencia absoluta que se establece entre cuidadores y discapacitados podría encontrarse la clave del triple homicidio. Como indicó ayer el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Cecilio Vadillo, la investigación apunta a «un crimen por compasión». Al menos es la hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil. 


La entrada a la casa de acogida.


Este tipo de crimen, que se denomina también suicidio ampliado, es cometido por personas que tienen a su cargo a familiares (hijos, esposa, discapacitados o no) y que desarrollan un gran estrés por el cuidado de sus seres queridos. Esa situación prolongada de estrés puede desembocar en una depresión severa y en sentimientos de suicidio. Llegado este punto, decide matar a las personas a su cargo con la intención de no dejarlos desamparados por su ausencia.

En la localidad de Boecillo, el triple crimen ha caído como una losa. Numerosos vecinos se cercaron hasta la casa de acogida. Algunos prorrumpieron en un llanto desconsolado. Los menores eran vecinos muy queridos en el pueblo. «Veía a los niños y a las cuidadoras cuando les sacaban a pasear y les llevaban al parque. No había nada raro, todo lo contrario», aseguró una vecina de la localidad. Los vecinos consultados aseguraron que las cuidadoras trataban a los discapacitados «de maravilla». Por eso es tan difícil que se digiera en Boecillo la tragedia. «Si hubiese habido más niños en el centro también estarían muertos», comentó otro vecino.

El Ayuntamiento de Boecillo decretará hoy en un Pleno extraordinario tres días de luto oficial, al tiempo que convocará una concentración silenciosa a las doce y media del mediodía en la plaza Mayor del municipio en memoria de los tres menores. El alcalde, Pedro Luis Díez Ortega, aseguró que la noticia ha supuesto un mazazo para los 3.000 habitantes de este municipio. «No hay ni gente en las terrazas», señaló. Y también indicó que los fallecidos, a pesar de sufrir una grave discapacidad, participaban en algunas de las actividades organizadas por el Consistorio.





Fuente: lne.es

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