Previniendo e interviniendo en casos de maltrato y violencia tanto a personas como a los animales se pueden salvar vidas.
Según algunos autores, en la familia es
donde más violencia se produce por detrás de las guerras. En la familia existen colectivos vulnerables
que necesitan protección especial como mujeres, niños, mayores y por supuesto
no nos podemos olvidar de los animales, víctimas al igual que las personas.
No en vano, numerosas investigaciones a
nivel internacional demuestran que la violencia interpersonal está íntimamente
relacionada con la violencia hacia los animales, es decir, que quien es
violento con los animales está en serio riesgo de ser violento con las
personas.
La violencia hacia los animales es un
precursor de la violencia hacia los humanos. Además, las personalidades que son
violentas, lo son independientemente de la víctima.