Un operativo policial consiguió la detención del sospechoso, vecino de Villablino, en Matarrosa del Sil.
La noche postelectoral terminó en pesadilla una pesadilla de violencia de género en los municipio asturiano de Degaña. José Manuel Álvarez Fernández, de 42 años y vecino de Caboalles de Abajo (municipio de Villablino), llegaba a la casa de su ex mujer, Silvia Brugos Rodríguez, de 36 años, sobre las 5.30 de la madrugada de ayer donde, según informó la Guardia Civil, causó tres muertos y heridas a la que fue su esposa y a la madre de ésta, Isabel Rodríguez García, de 61 años. Los hijos de ambos, de 6 y 11 años, vivieron la tragedia; según el relato de los familiares, contemplaron cómo su padre apuñalaba a su abuela materna.
Los fallecidos son Jorge Marqués Vado, de 38 años y actual pareja de Silvia Brugos, el hermano de esta Roberto Brugos, de 33 años, y el padre de ambos, Manuel Ángel Brugos Álvarez, de 61 años y minero jubilado. El presunto homicida fue detenido ayer mismo, dos horas después de cometer su brutal acción.
Según explicó María Inés Rodríguez García, tía y cuñada de dos de los fallecidos, con domicilio a escasos metros de la vivienda en la que se produjeron los hechos, sobre las seis de la mañana recibieron una llamada telefónica de Silvia, en el que les anunciaba que habían sido apuñaladas. La ex mujer del agresor había llamado antes a la Guardia Civil y, según los vecinos, a una amiga, para dar cuenta de lo sucedido.
Inés Rodríguez invitaba a los periodistas a preguntar las motivaciones de la actitud del presunto homicida en Caboalles de Abajo. «Aquí sólo tenemos los hechos», señaló. En su relato, explicó que el presunto homicida rompió los cristales de los dos vehículos de la familia y destrozó la puerta de uno de estos con una maza. Además, les pinchó las ruedas. Posteriormente, derribó la puerta de la vivienda y se introdujo en esta, donde, supuestamente, empleó un machete de grandes dimensiones para agredir a los moradores, que se encontraban durmiendo.
La agonía de un sobrino.
La familiar explicó que al llegar a la casa de sus parientes, acompañada por su marido, encontró la maza en la entrada y, en el pasillo, a su sobrino, Roberto Brugos al que atendía personal sanitario y cuya agonía presenció. En una dolorosa relación de los hechos, Inés Rodríguez añadió que «consiguieron recuperar a mi sobrino, pero luego falleció. A mi cuñado no me dejaron verlo. Ya estaba muerto».
Inés Rodríguez señaló que su cuñado se encontraba a la puerta de su sobrino muerto y que el novio de su sobrina falleció en la habitación que compartían ambos y su hermana fue apuñalada en la habitación de hijos que, durante los años que duró su matrimonio, tuvieron en común la herida y la detenida. No supo precisar, sin embargo, si los agredidos pudieron ofrecer algún tipo de resistencia, aunque otras fuentes apuntan a que el detenido presentaba algunas heridas en el forcejeo con las víctimas.
Las versiones de los vecinos completan el relato de la fuga del supuesto agresor. Agentes de la Guardia Civil habían acudido a la llamada de auxilio y cruzaron un vehículo policial en la calle de salida de la vivienda, para evitar su huida. Según los vecinos, el presunto homicida esquivó con su turismo, un Opel, el obstáculo arremetiendo contra un murete que delimitaba la calle, único lugar por el que podía pasar el fugitivo, que no acertó, en un principio, a tomar la carretera hacia Caboalles. Por su parte, la Guardia Civil informó de que el fugado causó «algunos daños en el vehículo de la Guardia Civil colocado para su detención.
El 112 de Asturias trasladó a las dos heridas al Hospital de Cangas del Narcea, donde se ingresó a Isabel Rodríguez y se decidió el traslado de Silvia Brugos al Hospital Universitario central de Asturias. Se espera que la primera recibiera el alta médica a lo largo de la jornada de ayer. No se teme por la vida de su hija, y algunos medios informativos asturianos apuntaban ayer a un pronóstico estable dentro de la gravedad. Se espera que supere las heridas y reciba el alto en unos días.
Tras la fuga de José Manuel Álvarez, las comandancias del instituto armado en León y Asturias coordinaron un dispositivo para conseguir la detención del sospechoso, que fue interceptado por agentes del puesto de Toreno en la localidad de Matarrosa del Sil y trasladado a Ponferrada para su posterior traslado a Cangas de Narcea, donde llegó al cuartel de la Guardia Civil a las tres de la tarde. Al salir del coche-patrulla, aunque muy tapado por los agentes que lo custodiaban, pudo apreciarse una herida en la cara del supuesto autor y un apósito cubría otra sobre su bóveda craneal.
La vivienda de los Brugos se acordonó para facilitar la investigación policial, encaminada a conseguir reconstruir los hechos y a la búsqueda del arma homicida, el machete. Se desconoce el trabajo que realizaron en el interior de la casa, pero se vio cómo peinaban el jardín de la vivienda.
Los hijos del matrimonio de José Manuel Álvarez y Silvia Brugos recibieron asistencia psicológica y, posteriormente, se hizo cargo de ellos una hija de Inés Rodríguez, que los sacó de la localidad. Sobre el mediodía, se procedía al traslado de los cuerpos al anatómico forense o para practicarles la autopsia. Se espera que la capilla ardiente se instale a lo largo de la jornada de hoy.
Hasta Degaña se trasladó la alcaldesa de Villablino, Ana Rosa Durán, que no quiso realizar una declaración institucional fuera de su municipio.
Fuente: diariodeleon.es
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