La Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) inició este 2016 una nueva etapa en la investigación de casos de crueldad animal, en la que les dará seguimiento como a otros delitos graves.
Lo que empezó como presión de la psicóloga y posterior activista por el bienestar animal, Mary Lou Randour, para que alguna institución rastreara este tipo de crímenes, culminó con la aceptación de la oficina de concentrar esta información en su National Incident- Based Reporting System NBRIS, base de datos en la que se concentran el secuestro, homicidio y agresiones sexuales, entre otros.
En un comunicado, la autoridades argumentaron que la crueldad animal es considerada un “indicador temprano de la delincuencia”.
Asimismo, el FBI definió la crueldad hacia los animales como “intencional u osadamente hacer una acción que maltrate o mate a cualquier animal sin una causa justificada, tal como torturar, atormentar, mutilar, lisiar, envenenar o abandonar”.
Y agrupó estas ofensas en cuatro tipos de crímenes: simple negligencia, abuso y tortura intencional, abuso organizado (como las peleas de perros y gallos) y abuso sexual.
Antes de esta medida, el maltrato animal estaba bajo la categoría de “otros” junto a delitos de menor gravedad.
La negligencia en su cuidado también será considerada.
El FBI utilizará datos para encontrar patrones e identificar maneras de prevenir la crueldad hacia los animales.
The Washington Post cita a Mary Lou Randour, ahora consejera en jefe de la organización civil Animal Welfare Institute: “Son criaturas que sufren y conocemos su capacidad de sufrir. En la mayoría de las sociedades se reconoce que las criaturas que son dependientes de otros, así como los ancianos, los niños o los animales, necesitan estar protegidos”.
Recientemente el estado de Tennessee se convirtió en el primero en Estados Unidos en crear un registro público sobre abusadores de animales, en él se almacena los nombres de forma visible para que cualquier persona pueda consultarlos en línea. Ahora con este nuevo paso, el reto es entrenar y sensibilizar a las autoridades locales para reportar los crímenes.
“Hay evidencia abrumadora de que [el abuso animal] está vinculado con crímenes contra las personas, incluida la violencia doméstica. No se trata de proteger gente o animales, se trata de proteger a ambos”, concluyó la activista en su entrevista con el diario.
La base de datos comenzará a colectarse este año y estará disponible al público para 2017.
La base de datos comenzará a colectarse este año y estará disponible al público para 2017.
Fuente: entrelineas.com.mx
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