29 de octubre de 2011

"La violencia sexista es solo la punta del iceberg del problema"

Una de las novedades de la programación de la Concellaría de Educación del Concello de Ourense es un taller orientado a padres, profesores y escolares para prevenir la violencia entre los adolescentes que impartirá el profesor Mario Ortiz.


-¿Es posible prevenir la violencia entre los más jóvenes?


-Si, pero hay que ir más allá del debate y la polémica sobre si es la familia o la escuela la responsable de la educación de los críos. Yo creo que educamos y socializamos en comunidad y como comunidad tenemos que empezar a tomar conciencia de que la violencia de género es solo una punta del iceberg y que bajo esos actos execrables hay una estructura de comportamientos que se reproducen cotidianamente.




«La violencia sexista es solo la punta del iceberg del problema»

Mario dirigirá tres talleres durante este curso.



-¿Cuál es la clave?

-Hay que empezar a reelaborar los mensajes que enviamos a nuestros hijos y el primer paso está en el interior de uno mismo porque es necesario reconocer las pautas propias de comportamiento. Hemos naturalizado la violencia como forma legítima de resolver conflictos. Lo que hacemos es legitimar la violencia como forma de convivir y de obtener el reconocimiento social.

-Pero hoy en la escuela y en la sociedad se rechaza la violencia

-En teoría, pero luego la práctica y el día a día es otra cosa porque seguimos reproduciendo los mismos esquemas. Todos tenemos que desaprender de ser hombres y mujeres para aprender a ser solo seres humanos. En el caso de la violencia sexista, en las necesarias políticas de igualdad y empoderamiento de la mujer, el gran olvidado ha sido el hombre. No hay políticas de trabajo con el hombre.

-¿Cómo estructura el curso?

-Son tres talleres distintos: uno para padres, madres y profesores, que pretende sensibilizarlos para detectar micro machismos, que son los que pasan más desapercibidos; otro diseñado para profesores y padres varones para modificar y tomar conciencia de cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con compañeros y con las mujeres; y otro para alumnos y alumnas en el que también se enseña como ese proceso de masculinidad tradicional tiene un costo para los hombres, incluso en salud.

-¿Por qué razón?

-Porque la represión de sentimientos, la agresividad y prácticas de riesgo a la que se nos aboca por educación a los hombres produce enfermedades y muertes derivadas del estrés, accidentes o adicciones que usamos como vías de escape.


Fuente: lavozdegalicia.es

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