Obtuvo de unos guantes ADN de Adriana Amenedo, que niega su participación.
Los policías que investigaron el asesinato de la pareja de Betanzos hallaron restos biológicos de los dos acusados, Manuel Antonio Prado Riveiro y su exnovia Andrea Amenedo, en objetos relacionados con las muertes de José Manuel Gómez, alias Pachá, y Claudia Alejandra Castelo, cuyos cadáveres descuartizados fueron abandonados en un bidón de combustible en un descampado de la parroquia ferrolana de Covas.
La Fiscalía y la acusación particular solicitan para el acusado 55 años de prisión, 25 por cada uno de los dos asesinatos y cinco por robar en la vivienda de las víctimas, y para la procesada piden 47 años, 22 por cada asesinato y tres por el robo. La pena solicitada para Prado Riveiro es mayor por haber sido ya condenado en 2003 por matar a un taxista. La defensa del procesado solicita que sea condenado por dos homicidios y no por dos asesinatos, lo que implicaría una rebaja de la pena, y el abogado de Adriana Amenedo, pide la libre absolución por considerar que la joven ni siquiera estuvo presente cuando ocurrieron los asesinatos.
Un día después de que Prado Riveiro confesara en la vista haber dado muerte a los dos jóvenes junto a la acusada, el responsable del laboratorio de ADN relató que aparecieron restos de Adriana Amenedo en unos guantes de látex hallados en el lugar donde estaban los cuerpos, en otro guante aparecido en el vehículo en el que la pareja intentó huir y en el que se encontró también sangre de la víctima masculina, y en un yogur para beber y unas colillas que se encontraron junto a los cuerpos descuartizados. El especialista, sin embargo, precisó que en los cuchillos que supuestamente sirvieron para descuartizar los cuerpos aparecieron restos de Manuel Prado Riveiro y de las víctimas, pero no de la acusada.
El abogado de la acusación particular, Víctor Bouzas, considera que estas pruebas demuestran la participación de la acusada. El letrado explicó que, si bien no se encontraron restos de la joven en la casa, sí se hallaron en la colilla y en el yogur que, según su teoría, fueron consumidos en la vivienda donde ocurrieron los hechos y posteriormente trasladados junto a los cadáveres con la intención de hacer desaparecer pruebas.
Bouzas avanzó que existen pruebas que acreditarán de una forma más clara la participación de Adriana Amenedo en el crimen. El abogado se refirió en concreto al hallazgo de fibras de una prenda interior de ropa rosa en las uñas del cadáver de Claudia Castelo a las que supuestamente hará referencia el forense cuando declare. Una agente, en respuesta a una pregunta de la acusación, mencionó que la procesada llevaba ropa interior rosa cuando fue arrestada.
La hermana de Pachá culpa a la Justicia de haber dejado salir al acusado de la cárcel, tras haber sido condenado por asesinar a un taxista.
Fuente: farodevigo.es
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