Las mismas imágenes, sangrientas y desagradables, se repiten cada año.
La UE prohíbe la importación de productos derivados de este animal.
Un año más Canadá ha dado el pistoletazo de salida a la caza de focas, una práctica sangrienta y dolorosa para el animal y dura y desagradable para nosotros. No pocas asociciones denuncian esta práctica. Los cazadores golpean a las focas y sin llegar a matarlas empiezan a despellejarlas. El su piel el ansiado tesoro por las firmas de moda. En la Unión Europea se han prohibido los productos derivados de estos animales.
No pocos canadienses son contrarios a la caza de las focas, sin embargo, su Gobierno sigue permitiéndolo.
De las focas se ansía sobre todo su piel. La carne de esta animal no suele comerse. El proceso de caza es cuanto menos desagradable, ya que el hombre golpea al animal hasta dejarlo completamente indefenso. Dicen los ecologistas que cuando las focas aún están vivas empiezan a despellejarlas.
No pocos canadienses son contrarios a la caza de las focas, sin embargo, su Gobierno sigue permitiéndolo.
De la piel de la foca se hacen prendas y complementos de moda. Las grandes firmas ansían la piel de la foca para hacer bolsos, calzados, gorros...
Varias asociaciones de defensa de los animales denuncian la crueldad de esta práctica.
La Unión Europea prohíbe la importación de los productos derivados de estoa animales.
Fuente: EBP
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